11 marzo 2017

Carta a Carmen Thyssen y al Ministro Méndez de Vigo


Estimados Carmen e Iñigo: estoy alucinando con lo de la venta del Degas por casi 30 millones de euros 😨. Una no deja de ser del común de los mortales, una simple visitante de Museos y totalmente ajena al mundo de las transacciones de obras maestras. Soy, como la mayoría de los españoles, de las que viven al año con rentas familiares de un par de decenas de miles de euros.

Reconozco ser una absoluta ignorante del submundo del comercio de obras maestras, por lo que no entiendo lo que está pasando en el Thyssen. Por ejemplo, no entiendo el por qué al hermano de Emilio Botín se le retiene un Picasso, que no puede ser exportable de España, y a Ud., Carmen, se le deja vender en el extranjero dos joyas que son casi únicas en el panorama artístico español, un Constable y ahora un Degas, nada menos. 

Tampoco, estimada Carmen, se entiende muy bien como hace tan sólo un lustro Ud. recaudó 25 millonesde euros con la venta del Constable, argumentando que la crisis también le hacía mella, y defendiéndose diciendo que era persona muy austera y que con ese dinero aguantaría muchos años -al margen de hacerse con otros 65 millones de euros por la venta de Villa Favorita en Suiza-, y tan sólo unos años más tarde, después de ingresar lo que ingresó, vuelva a tener falta de liquidez. Y argumente actualmente que "no tiene beneficios por ninguna parte". Cerca de 100 millones de euros, ¿no son beneficio? Incomprensible, cuando Ud. además dijo entonces que iba a ser el último cuadro que vendería.

Es evidente que Ud. tiene carta blanca para vender obras maestras, aunque han estado expuestas en un Museo público español, sin olvidar que el Estado se gastó muchos millones de euros en habilitar una ampliación del Museo Thyssen para que Ud. pudiese exhibir su colección privada.

Yo, como contribuyente, amante del arte y visitante asidua del Thyssen, no puedo dejar de sentir que, en cierta manera, nos están expoliando. Valga una comparativa, cuando un propietario tiene una finca en un espacio natural protegido (las joyas naturales de un país) la gestión de ese espacio está supeditada al interés común por encima del particular de los propietarios, por mucho que la titularidad sea privada. Pero por desgracia, en el mundo del arte, parece ser que no es así. En cualquier caso, es lo que hay, y sobre esto hay que buscar soluciones, porque no debería seguir siendo así.

Señor Ministro, negocie. Supongo que es difícil negociar con una persona a la que 100 millones de euros no le es suficiente para vivir 5 años, y que parece un pozo sin fondo. También supongo que es lo que está haciendo ahora mismo, negociando. Pero permítame proponerle una idea para la negociación y permítame explicársela.

El Museo Thyssen, al ser público, debería estar incluido en una política general de coordinación de las grandes pinacotecas estatales, en especial entre el Prado, el Reina Sofía, el propio Thyssen, incluso Patrimonio Nacional. Es muy frecuente ver conflictos alucinantes entre estos Museos, vergonzosos para la ciudadanía, en los que parece más una guerra entre instituciones privadas que entre organismos todos dependientes de su Ministerio. Como cuando Patrimonio intentó recuperar nada menos que 4 de las mayores obras maestras del Prado para el futuro Museo de las Colecciones Reales, o cuando el propio Prado intentó despojar al Reina Sofía del Guernica, su auténtica alma.

El Museo Thyssen y la propia colección de la Baronesa, a pesar del amplísimo catálogo que poseen, viene a cubrir las lagunas del Prado y el Reina Sofía, en especial en obras de la segunda mitad del siglo XIX. Su labor, Sr. Ministro, es convencer a Carmen de que no puede seguir vendiendo obras únicas en el panorama artístico español, en especial del impresionismo y postimpresionismo. Tiene tantos cuadros, que habría que dejarle vender otras obras de artistas que estén bien representados en los Museos españoles, pero por favor, frenen este expolio de obras tan importantes y únicas del XIX como el Degas y el Constable. Porque, además, Carmen amenaza con vender una obra maestra de Gauguin, y no se sabe dónde va a terminar esto.

Y respecto a Ud., Sra. Cervera, igual no es consciente, pero se está jugando algo que creo que para Ud. es muy importante: su prestigio. A pesar de que los cuatro retratos que existen en la entrada del Museo Thyssen nunca me han gustado (Ud. y el Barón, junto a Juan Carlos I y Sofía), siempre la he visto con simpatía, porque gracias a Ud. vino la magnífica colección del Barón a España por un precio muy inferior al del mercado. También me resultó admirable cuando se encadenó a los árboles frente al Museo, para que el entonces Alcalde no los talase.

Pero, a pesar de que desgraciadamente tiene la legalidad de su parte a la hora de vender obras maestras, créeme -a mí, que soy una simple ciudadana que le admiraba-, me estás empezando a caer francamente antipática con sus ventas y sus apariciones en prensa amenazantes, y supongo que no soy yo sola la que se empieza a plantear que deberían retirar su retrato de la entrada del Thyssen.

Se está jugando el pasar a la historia como la mayor mecenas privada de la historia de España (y probablemente de Europa) o, por el contrario, como una “cuasi expoliadora” de un patrimonio que debería seguir expuesto para disfrute de todos. Por favor, Carmen, recapacite, e Iñigo, negocie con flexibilidad y facilítenle la venta de otros cuadros no tan emblemáticos. Pero las obras maestras que posee del XIX y principios del XX, de las que en España no estamos nada sobrados, que se queden en donde tienen que estar, en el Museo.

Gracias.

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